
Cuando está posado en el suelo, su considerable tamaño hace que se distinga claramente a lo lejos, dando la impresión de que hay alguien allí sentado.

Se alimenta de todo tipo de carroña y ocasionalmente de algún animal enfermo. Hoy en día, por nuestra zona, tiene que conformarse con cadáveres de conejos, liebres y en ocasiones de algún corzo. Antiguamente, lo hacía de las mulas y ovejas que se depositaban en los muladares.

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