Bienvenidos a la capital Aragonesa

Zaragoza, la histórica y vibrante ciudad española ubicada a orillas del río Ebro, es un destino turístico que cautiva a sus visitantes con sus siglos de historia y su rica cultura. Desde sus monumentos emblemáticos, como la impresionante Basílica del Pilar y la majestuosa Aljafería, hasta su encantador casco antiguo y su deliciosa gastronomía, Zaragoza ofrece una experiencia única llena de asombro y descubrimiento. En este artículo, exploraremos la fascinante historia de esta ciudad y descubriremos sus principales sitios turísticos que deleitan a los viajeros de todo el mundo. ¡Acompáñanos en este apasionante recorrido por la ciudad de Zaragoza!

Os proponemos una excursión de un día o dos, para conocer lo imprescindible de esta gran ciudad española. 

Breve reseña histórica y geográfica
Lugares imprescindebles para visitar
Gastronomía típica
Vinos de la tierra

También os proponemos distintos tours desde este enlace.

Zaragoza es la capital de la provincia homónima y de la comunidad autónoma de Aragón. Es ahora el cuarto municipio más poblado de España según las cifras oficiales de población del INE, que le otorgan 694.109 habitantes, por encima de Sevilla.

Se asienta en mitad del valle del Ebro, en la ribera media del Ebro, donde desembocan los ríos Huerva y Gállego, los cuales también atraviesan la ciudad.

El clima de la ciudad de Zaragoza se caracteriza por tener un clima mediterráneo continentalizado. Esto significa que experimenta veranos calurosos, con temperaturas que pueden alcanzar los 30 grados o más, e inviernos fríos, con temperaturas que pueden descender por debajo de los 0 grados. Las precipitaciones son más frecuentes durante estos meses invernales, aunque las nevadas son poco comunes.

La ciudad ostenta los títulos de Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Muy Benéfica, Siempre Heroica e Inmortal, otorgados en su mayoría tras su resistencia frente al ejército napoleónico en los Sitios de Zaragoza durante la Guerra de la Independencia. Todos estos títulos quedan reflejados en su escudo, mediante las iniciales de cada uno de ellos.

La historia de Zaragoza se remonta a la época romana, cuando fue fundada en el año 14 a.C. con el nombre de Caesaraugusta. Durante el periodo romano, la ciudad experimentó un gran desarrollo y se convirtió en una próspera metrópolis, con importantes construcciones como el Teatro Romano y el Puerto Fluvial.

Tras la caída del Imperio Romano, Zaragoza pasó a formar parte del reino visigodo y luego fue conquistada por los musulmanes en el siglo VIII. Durante la dominación musulmana, la ciudad fue conocida como Saraqusta y se convirtió en un importante centro cultural y comercial.

En el siglo XII, Zaragoza fue reconquistada por el rey Alfonso I de Aragón, quien impulsó su desarrollo y la convirtió en la capital del Reino de Aragón. Durante la Edad Media, la ciudad fue escenario de importantes acontecimientos históricos, como la coronación de Fernando II de Aragón y de Isabel I de Castilla como Reyes de Aragón y la firma de los Decretos de Zaragoza en 1528, que reconocían los derechos de los indígenas americanos.

En los siglos siguientes, Zaragoza continuó creciendo y adquiriendo importancia tanto a nivel político como cultural. Durante la Guerra de la Independencia, la ciudad fue escenario de la célebre defensa contra el asedio de las tropas francesas en 1808, conocido como el Sitio de Zaragoza.

En tiempos más recientes, Zaragoza ha experimentado un notable desarrollo y modernización. Fue sede de la Exposición Internacional de 2008, que dejó un legado de modernas infraestructuras y una transformación urbanística notable.

Imprescindebles en nuestra visita

Palacio de la Aljafería
Créditos Wikimedia Commons

Palacio Aljafería

Empezamos la visita a los sitios imprescindibles de la Ciudad Blanca en el casco antiguo, en el barrio de San Pablo. Allí encontramos una de las maravillas de esta ciudad.

Se trata de un palacio fortificado construido en la segunda mitad del siglo XI como residencia de los reyes de la Taifa. Es una edificación de recreo, que quiso reflejar el esplendor alcanzado por la taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.

Tras la conquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes de Aragón, con lo que la Aljafería se convirtió en el principal escaparate del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso y posteriormente como palacio de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 se convirtió en fortaleza militar y acuartelamiento de regimientos militares. Durante el sitio de Zaragoza, en la guerra de independicia, fue parcialmente destruida, siendo restaurada en la segunda mitad del siglo xx para acoger las Cortes de Aragón.

Se puede recorrer sus diferentes salas y patios, disfrutando de la belleza de su arquitectura y sus magníficos detalles decorativos. Destacan el Salón Dorado, con sus techos pintados y suelos de mosaicos, y el Patio de Santa Isabel, famoso por sus arcos de herradura y su fuente central. Además, podrás visitar el Museo de Tapices de la Alfajería, que alberga una importante colección de tapices flamencos del siglo XVII, así como obras de arte y objetos históricos relacionados con la historia de Zaragoza.

Mercado Central de Zaragoza
Créditos Wikimedia Commons

Seguimos caminando por la calle de San Pablo y descubrimos otra maravilla, esta vez, de hierro. y cristal: el Mercado Central de Zaragoza. Se trata de un lugar emblemático que ha sido parte fundamental de la cultura local durante generaciones. Desde sus inicios, este mercado ha sido un punto de encuentro para los zaragozanos, donde se pueden encontrar productos frescos, artesanías locales y gastronomía tradicional. Con su arquitectura única y su atmósfera vibrante, el Mercado Central de Zaragoza sigue siendo un lugar especial que refleja la historia y la identidad de la ciudad.

Restos de muralla romana y Torrón de la Zauda

Restos de muralla romana y torrón de la Zauda
Créditos Wikimedia Commons

Nada más salir del merado, nos encontramos con los restos de lo que fue la muralla romana de la cuidad. Pegadas a éstas, vemos la imponente torre de la Zuda.

Los musulmanes edificaron junto a la muralla de la ciudad el alcázar en forma de fortaleza, utilizado como residencia del gobernador y posteriormente como residencia de invierno por el rey taifa. La torre de La Zuda, corresponde al torreón del palacio que se erigió sobre una de las torres de la muralla.

Tras la conquista cristiana de la ciudad en 1118 por las tropas de Alfonso I el Batallador, el edificio se convirtió en palacio real y sede de los reyes de Aragón hasta el siglo XIII, cuando se comenzó a utilizar el palacio de la Aljafería. En 1180, el rey Alfonso II de Aragón donó el edificio a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, conservando la parte sur cerca de la antigua puerta de Toledo, dando origen al hospital conocido como «Zuda del Hospital», donde los caballeros proporcionaban refugio a los necesitados. Además, los hospitalarios construyeron una iglesia en honor a San Juan Bautista, la cual lamentablemente no se ha preservado.

Hoy el torreón se usa como oficina de turismo y arriba hay un mirador gratuito desde el que observar con unas maravillosas vistas, el esplendor de Zaragoza. 

La Iglesia de San Juan de los Panetes

Iglesia de San Juan de los Panetes
Créditos Wikimedia Commons

Nada más salir del torreón nos encontramos con la plaza de las catedrales, y lo primero que vemos es otro monumento nacional, la Iglesia de San Juan de los Panetes.

La presencia de la Orden de San Juan de Jerusalén en Zaragooza en los siglos XII y XIII trajo entre muchas cosas, la construcción de la Iglesia de San Juan de los Panetes, nombre en honor a su patrón, San Juan de Jerusalén. Tristemente, un incendio en el siglo XVI destruyó gran parte de los archivos y tesoros de la iglesia, dejando solamente el calvario. A mediados de siglo XVI se inicia la construcción de la nueva iglesia, que se terminó en 1725, coincidiendo con la eclosión del barroco en la ciudad que llevó a renovar las catedrales de la Seo y el Pilar. 

En 1933 fue declarada monumento nacional, y a finales del 35 fue incendiada y arrasada por los anarquistas, en el curso del gran levantamiento proclamado por los anarquistas contra la República, y que tuvo especial incidencia en Zaragoza. Los bomberos fueron tiroteados cuando acudieron a sofocar las llamas. Ya en 1960 con Franco, se volvió a restaurar el interior quedando prácticamente igual que la podemos ver en la actualidad.

En 1987 la banda terrorista ETA protagonizó uno de sus más brutales atentados en la ciudad. En una fachada de la Iglesia hay una placa en recuerdo a los asesinados que dice:

«En este lugar atentó el terrorismo contra personas civiles y militares de la Academia General Militar -30 de enero de 1987- Zaragoza guarda aquí conmovida memoria permanente de las víctimas.»

Visitar esta plaza te ofrece ver una amplia variedad de monumentos, como la escultura de la Bola del Mundo, la Fuente de la Hispanidad ligada al Descubrimiento de América, el monumento a Goya, los históricos edificios de La Lonja y el Ayuntamiento, así como la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, la Catedral del Salvador y el Museo del Foro de Caesaraugusta (la antigua ciudad romana de Zaragoza).

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Basílica del Pilar, Zaragoza.
Créditos: Wikimedia Commons 

Según la leyenda cristiana, la virgen María se habría aparecido en Zaragoza en carne mortal sobre una columna llamada popularmente el Pilar el 2 de enero del año 40. A partir de esta creencia, la tradición religiosa habla de la presencia de una capilla mandada construir por la Virgen para alojar la columna que dejó en testimonio de su venida, y que fue levantada por Santiago el Mayor y los siete primeros convertidos de la ciudad del Ebro.

No hay constatación arqueológica ni documental de esta primera capilla, pero sí las hay de la existencia de una iglesia en Saraqusta (Zaragoza) madre de las iglesias de la ciudad, dedicada a Santa María Virgen en el siglo IX en el lugar donde actualmente se erige la Basílica, en torno al que se articulaba una de las comunidades de mozárabes de la ciudad.

Tras la conquista de Zaragoza por el rey Alfonso I de Aragón en 1118, el templo se encontraba en estado ruinoso, y el obispo Pedro de Librana hubo de acondicionar la iglesia para el culto cristiano. Tiempo después, comenzó en ese mismo lugar la construcción una iglesia románica, cuyas obras no finalizaron hasta el siglo XIII. De esta época data la antigua capilla del Pilar, situada en el interior de una sala en un claustro anejo al templo principal. La capilla del Pilar está documentada por Diego de Espés en 1240 y era un recinto de culto independiente. Una bula del papa Bonifacio VIII de 1297 confirma que ya se veneraba el pilar o columna vinculado a la advocación de Santa María, uniéndose ambos cultos en el de Santa María del Pilar.

Hasta 1969 no se terminó totalmente de dar su aspecto actual, tanto por dentro como por fuera, lo que hace de la Basílica una de los más fascinantes templos del mundo, dada la cantidad de estilos que se conjugan con tanto éxito.

Descubre la belleza de la basílica y maravíllate con la imagen de la virgen del Pilar en la Santa Capilla, junto con un coro impresionante, pinturas de Goya y un Retablo Mayor espectacular. Después de tu visita, puedes subir a la Torre del Pilar por 6 euros y disfrutar de unas increíbles vistas de Zaragoza y el río Ebro.

El tubo

Barrio del Tubo
Créditos Wikimedia Commons

Ya llega la hora del aperitivo y si bajamos por la calle de Alfonso I llegamos a la emblemática zona de tapeo de El Tubo en Zaragoza, donde podrás disfrutar de deliciosas tapas como champiñones con ajo, croquetas, patatas bravas y tortilla de patatas.

El barrio es un entramado de estrechas calles. Se puede acceder directamente desde Plaza de España y estaría formado por la zona comprendida entre El Coso, Alfonso I, Don Jaime I y Mendéz Núñez.

Las calles que forman este conjunto son: 4 de Agosto, Mártires, Libertad, Ossau, Cinegio, Estébanes, Blasón Aragonés, Pino y Plaza Sas. Destacan el mítico café cantante El Plata o el antiquísimo restaurante Casa Lac, uno de los más antiguos de España y de Europa que data de 1825.

Museo del teatro de Cesaragusta

Museo del teatro de Cesaragusta
Créditos Wikimedia Commons

Nos dirigimos ahora cerca, a la calle San Jorge y nos encontramos con otro indespensable: el Teatro Romano de Zaragoza.

El Museo del Teatro de Cesaraugusta exhibe las impresionantes ruinas del antiguo teatro romano, datado en el siglo I d.C. y considerado uno de los más grandes de la Hispania romana, con una capacidad para 6,000 espectadores en sus 7,000 metros cuadrados. Descubierto en 1972 por un vecino, tras una restauración de varios años y una inversión de 12 millones de euros, el museo abrió sus puertas en 2003.

Los visitantes pueden maravillarse con las gradas y el escenario protegidos por una cubierta de policarbonato, y disfrutar del Centro de Interpretación que sumerge al público en la historia del teatro, géneros dramáticos, y la vida social y política de la época.

Continúa tu visita por el casco antiguo paseando por las encantadoras calles Mayor y del Cerdo, admirando el imponente Arco y la majestuosa Casa del Deán, que te transportarán a la época medieval. 

Arco de la casa de Deán
Créditos Wikimedia Commons

Catedral de San Salvador , La Seo

Torre de la Seo
Créditos Wikimedia Commons

Seguimos por debajo del arco del Deán y nons encontramos con La Seo del Salvador en su Epifanía, es una de las dos Seos o catedrales​ metropolitanas de la archidiócesis de Zaragoza, junto con la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar.

La majestuosa catedral de Zaragoza, conocida popularmente como «La Seo», es un símbolo histórico y arquitectónico de la ciudad. Construida en el solar del antiguo foro romano de Caesaraugusta y de la mezquita mayor de Saraqusta, esta imponente estructura combina elementos románicos, góticos, mudéjares, renacentistas y barrocos, reflejando así la rica historia y cultura de la región. Desde su construcción en el siglo XII, La Seo ha sido objeto de numerosas reformas y ampliaciones, culminando en la colocación del chapitel barroco en 1704. Las cinco naves y seis tramos de bóvedas de crucería de altura uniforme le dan a la iglesia un aspecto de planta cuadrangular de salón, mientras que los ábsides, la sacristía y la «Parroquieta» albergan importantes elementos arquitectónicos y religiosos.

Gastronomía típica de Zaragoza

Una gastronomía muy tradicional y cuidada, de la que podemos destacar el bacalao ajoarriero, las migas, la fritada aragonesa o las madejas. 

Bacalao ajoarriero

Vinos de Zaragoza

Zaragoza es una tierra de vinos excepcionales, con una amplia variedad de Denominaciones de Origen protegidas , Calatayud, Campo de Borja, Cariñena, Somontano y el llamado Vino de Pago de Aylés. que garantizan calidad y sabor en cada botella. Los viñedos saludables y extensos de la región producen vinos con identidad, sabor único y delicadeza en cada sorbo, convirtiéndolos en la elección perfecta para cualquier celebración. Disfruta de la excelencia enológica de Zaragoza y descubre la magia de sus vinos en cada ocasión especial. Te recomendamos que pruebes éste «Secastilla» , un Somontano espectacular a un precio con descuento en la tienda de Amazon..

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